Eclipsando la luz que se esparce como cristales rotos en el cerebro.
Lejos ya del altar de fuego,es hora de mutar el tiempo y escupir espectros.
Estremezco sustancias, visones extraviadas, me aviso arrojado,
abandonado en una costa inerte, lejos ya de la primera armonía.
Hoy en tu aura muge la saliva ardiente de mil doncellas,
trazos lascivos e indecibles de los vientos, espantosa marca
que muere calladamente con la corona de mayo.
Creamos aposentos, lechos, cuartos de pasión clandestina,
donde se invierten arboles arcanos y cielos tibios, creamos
un continente de diamantes y joyas perezosas.
Y en la incertidumbre de lunas espectrales, quisimos volver
livianas las demencias, cualquier señor borraba nuestra alegría,
cualquier caricia entumía el alma y secaba nuestras lagrimas.
Mira con lo que no empequeñece tus sentidos
¿qué hay tras las vestiduras de las calles y sus gentes?
¿qué hay tras esas formas?
Hidrato lubricante de existencias espesas, donde solo
ebullen montículos de muertos y cerdos coronados
queriendo fornicar con rameras de plastico.
Este brillo prefiere surcar los tres mundos y buscar
entre noches y carreteras el gemir extático de los pueblos,
un deseo que vuelve y mira tu sonrisa , diluida y distante
con la fragancia que dibujó promesas en los labios .
Y brota una pena virgen que se desliza con una burla pétrea
en mis hastíos febriles; pero...
¿qué mundos reclamas?
¿qué corazón lloras?
Hoy dreno de tu ardiente pecho el desengaño, porque ese dolor
trae consigo filtros lumínicos, corrientes etéreas que solo buscan
liberar angustias.
Este fuego ilumina el laberinto, bajo el ardor y la penumbra
prohibida sacude lechos pasivos contornos sedosos, casuales.
Te contaré de la veces que despierto entre sueños, saboreando
alquimias, desmembrando voluptusidades...
Ciudades donde no se ve el sol, tierras donde jamás
cae la sutil lluvia, aquí solo me sigue el amigo difunto
y una amante monstruosa hecha de cuerpos, vidas y amores;
compañeros de mundos extravagantes que tocan la locura y el símbolo.
¡Oh extrañeza! sensación cambiante que me impulsa a decir esto,
trasfondo que me roba a la distancia ignota de la imagen querida,
navegas levemente en algún pasado, en algún sueño...
¡Oh eterno! Fuego adorado, has dejado la marca de un
violento abandono.
¡Oh eterno! Con este ardor que prefiere palpitar en honduras y mares
antes de dar su intensa danza a los riesgos del viento.
¡Oh eterno! Aún callas demasiado...
Llévate mis ojos, que se pierden siempre arrebatados,
por extrañas noches y extraños hados, estos mis ojos
encendidos, soñadores y moribundos que aniquilan
las formas del verano en un vacío y en un presente.
Hoy ellos se encuentran con tu pormesa, engaño inocente
que se mese entre los rosales y el sepulcro...
Este que en tus cuerpos y en tus brazos siempre es y
será otro,este que se posa en tu regazo incierto para
arrullarte con cálidos besos nocturnos, para derramarse
en tí como los pálidos ángeles se derraman entre destellos lunares.
Cuando envista el verano moribundo, con sus ojos y lenguas salvajes
como un sol sangre, terrible, ígneo, que diluye fundiendo, cada lugar, criatura y cosa
que destruye señores y tronos de lánguidas glorias.
Cuando tus lenguas rojizas derritan el ídolo mecanico y la colmena amorfa
tu trayecto mezclara el vidrio con los cuerpos sedosos, el cobre y la plata.
Desnudaras los cielos de empaques acartonados, derretiras las colinas coloreadas de
jardines plasticos, artificial viviente.
Tú y yo, madre de mil senos,seremos estremecidos por los tiempos voraces
que convulsionan con la gente y los picos modernos...
¡Levántense! desafiantes del matiz voluminoso, asesinos del promontorio gris,
lloren por el verano agonizante, rían por ese brillo dorado que dejará en sus almas,
navegaremos en el ardor de mundos inquietos y embriagados, esta anatomía postisa
y el seco asfalto ya no serán nuestro veneno.
Lohengrin.
La Nueva Forma
jueves, 23 de junio de 2011
martes, 21 de junio de 2011
MEDIA NOCHE
Te ha traído la medianoche el rastro de los pasos de Eros y tu sueño interrumpido por un susurro nocturno despertó la pasión emancipada, tu trazo distante flotó hacia el corazón secreto, hacia el deseo encarnado de tus noches.
Te ha traído la media noche sentires enrarecidos, y en desbandada inflamaron tu dulce pecho
como niños golosos que prueban con ansias mieles delirantes , mis ojos te alcanzaron en la espesura etérea ambicionando tus suaves contornos mientras mis besos solitarios se posaron en tu piel.
Te ha traído la media noche un aroma perdido, un tesoro olvidado, mi latir por ti que se levanta en la distancia, yo sé lo que tu alma guarda, se despertar tu rojo mas intenso, y cuando tus manos busquen, cuando tos ojos vean sin proposito el vacío, en el viento, en las cenizas, en el silencio, aquí y allí estaré.
Te ha traído la media noche un buscador, un demente, un niño en busca de abrigo, te busca un misterio, te busca el solitario.
Te ha traído la media noche sentires enrarecidos, y en desbandada inflamaron tu dulce pecho
como niños golosos que prueban con ansias mieles delirantes , mis ojos te alcanzaron en la espesura etérea ambicionando tus suaves contornos mientras mis besos solitarios se posaron en tu piel.
Te ha traído la media noche un aroma perdido, un tesoro olvidado, mi latir por ti que se levanta en la distancia, yo sé lo que tu alma guarda, se despertar tu rojo mas intenso, y cuando tus manos busquen, cuando tos ojos vean sin proposito el vacío, en el viento, en las cenizas, en el silencio, aquí y allí estaré.
Te ha traído la media noche un buscador, un demente, un niño en busca de abrigo, te busca un misterio, te busca el solitario.
sábado, 4 de junio de 2011
ALQUMIAS DEL TIEMPO (permuta- transmuta)
De lo sórdido que se torna en sublime desciendo, penetrando lo solido
monótono e inconexo; observa este camino abrumador e inquietante siente el espíritu nocturno de intensas llamas, la desnuda y descarnada experiencia horroriza al espíritu.
Oh dolor desastroso en las penumbras de las formas indefinidas, ausencia confusa
entre sueños fatídicos en el alba, me arrastra el tiempo hacia un vacío purpúreo escarlata,
esa grávida figura que renace del estéril desierto quiere devorar mis entrañas,secarme, quiere darme sepultura...
¡Exprésate! Existencia, en tres palabras, confusión y disolución subjetiva.
El resto se debate en el triángulo del amor, la ilusión y la muerte.
Cuando el paisaje es incoherente y hostil revelando el futuro incierto
quisiera acercarme al final a través del sueño con la esperanza de no despertar,
¡ah dolor! ¡ah caravana torpe! Siempre despierto...
¡Levántate! se alza un sol extraño
Es el hogar, refugio, palacio e infierno, pozo donde mueren mis voluntades.
Es el mundo; amante, castigador y mártir cámino donde no cabe mi cordura.
Océanos de vidas y visiones, formas imposibles que se buscan, anhelos enrarecidos
y prematuros que nacen y mueren pronto, es la vida, desfile extravagante,danza salvaje
sueño que arrastra y agota, luz y destino no buscados...
¡estupideces!
solo es la vieja mueca, mascara del delirio,venenos de los tiempos sin Dios,levanto un responso al almizcle del tiempo a la confusión en el devenir, días de locura y olvido,días de nuevos caminos y pasadas nostalgias, letras sin pasado ni futuro, sin presente, lineas mutadas en alquimias indecisas.
Se petrifican los cantos, ríen lágrimas escondidas, danzan ensoñaciones, el aullido súbito opaco las sienes fértiles...
Que traigan una roca plana y extensa carente del aroma antiguo para incrustar mis sufrimientos, para cristalizar la viscosa herida, en el sueño confuso o la agitada pesadilla hilos invisibles tienen el poder de dar vida o muerte, delirio y placer, esta inocencia extraña guarda voluntades negras y caprichosas. Me tomas, me sueltas, me asciendes a la dicha, me escupes al gélido abismo.
Donde se liban los corazones abiertos los cuerpos aún no conquistados, allí me esperas, en las deformidades temporales en las horas del embriagante dolor, alli me esperas, en la sabiduría insencible, en la gran danza salvaje ¡allí! me expías.
Alimenta con fuego el compas, a un canto y a un lamento, con profundidad, rie encuentro, llora abandono, inflama los miles vientos, las miles formas y dejalas perecer en el prolongado sueño.
Aun veo el canto de los días endulzar las praderas, mientras me preparo para cabalgar el azote del trueno, el principio emancilla mundos, el aliento de los ancestros abriga las esperanzas, es tiempo de partir en olvido, la confusión nos ha encontrado.
El sonido vulgar, es la ciudad, son los fantasmas de las calles, las sombras morbosas,modernos palacios, fuentes para vagabundos, nuevos Ríos surcando el metal del valle, intensas siluetas someten especímenes, matan antiguos verbos, por el comercio vagan espectros diluidos en los silencios de entrañas, las monótonas avenidas sepultan nobles sentimientos, aromas blancos.
¡De repente! el control de mi espíritu, voluntad, vuelas sobre las nubes en los cielos, voluptuosidad, yaces en los rojos infiernos, mi sangre ha sido pisoteada en las playas del oro plastico, el amor escapa entre las fuentes silvestres y los enigmas forestales, ¡hay luna! ¡oh sol! Que danzan entrelazados en los divinos eclipses iluminen estos ojos que están firmes en el abismo; la iluminación, la revelación repentina, tengo sed de esa lúz que se abre paso como fuego vital a través de las pupilas oscuras.
Como vuelven las odiosas imágenes a las calles como pálidos fantasmas estremeciendo hora inciertas. En la noche de rostros y colores, vuelven sensaciones, formas conmovidas tras el viaje, al fin me tumbo agotado en el pavimento esperando como una noble bestia tras los callejones y las fuentes.
La hora temida llega, los espirales trémulos, los reyes mágicos, las noches fúnebres.
Canticos de embriaguez, canticos de sabiduría y locura, canticos de soledad, como mueren los cantos tras tus besos, bajo la faz mecanica del progreso bajo estrellas sin cielo entre las multitudes inquietas.
Me tienes mundo, acá me tienes desnudo, traes libaciones lujuriosas, arrastras la musicalidad de cuerpos que se buscan unir, en el ritmo estrepitoso de voces sórdidas y tambores pintorescos me seduces,me observas, me llamas con tu sonrisa mortal.
Los senderos luminosos me expulsan hacia visiones sardonicas, ascienden de la tierra cráneos burlones y esbeltos con sus muecas fosfóricas y tiesas, creo que es la muerte queriendo copular conmigo,igual que siempre ha venido sin ser advertida.
Tiempo atrás hubo un castigo una senda caótica y provocada, hubo una acción lejana,
un rincón desolado y sin rumbo, vestía atavíos pretenciosos y salia a representar papeles en espejos multiformes.
Pero aún no recuerdo esa mirada, los ojos tras los cuales danza el demonio en las pupilas encendidas, esa forma traía símbolos de exceso y virilidad, aun siento esa sed por las formas voluptuosas aun me asalta esa exquisita embriaguez.
Cuanto me arrastre nadando en el barro buscando gemas violáceas y afortunadas, expresando lo que tiene y lo que no tiene nombre,consumiendo las horas con las risas y las iras, y ahora permuto lo andado, permuto y transmuto el presente y el pasado, a lo que le doy y no le doy nombre...
En el regazo claro el placer esconde un alba hipnótica, mis cantos antiguos se pierden y mueren...
Llegan a su encuentro ardides rojizos mezclados con horas azuladas y culposas, el ocaso agotador trae el deseo de un suave cuerpo, oh querida inocencia como atormentas el recuerdo y la melancolía, como lloras entre bosques incendiados, mis cantos antiguos se pierden y mueren.
Y la mirada que aún no recuerdo, los ojos tras los cuales danza el diablo en las pupilas, sobre las pieles encendidas, entre esas acciones perversas y aquellos pensamientos sombríos quisiera aniquilar el mecerse de los monstruos golosos de la ciencia y el hombre, alguna vez el progreso disipó mi vida en la inacción postrera, alguna vez fui un balcón triste.
Delirios, deleites, me derrama la noche en convulsiones esparcidas, espero el alba, el renacer del guerrero, se alza un sol amoroso expandiendo lagos celestes, reflejando ondas intensas en nuestros cabellos, he dejado atrás el sillón anciano, he cambiado mi expresión de agonía hacia la vida.
¡Libertad! Soltura del cuerpo e intensidad para el alma, la fatalidad se proyecta en los caminos desconocidos en las distancias y en las gentes que aun juzgan con sus acciones, los deseos alivian los pozos melancólicos, suaves contornos buscan capturar la eternidad entre redes rojizas, la expansión cobija la antigua tragedia al dios ensombrecido y caído.
Caen Lagrimas del cielo, se estremecen jinetes iluminados, los pueblos elevan sus miradas acuosas buscando el gran sol, así mismo se cruzan montañas de metal y colmenas de concreto mezclando la esperanza y la locura, el paraíso con los valles de Caín.
Luces de neón encienden destellos nocturnos, abrazan testigos atormentados que oyen la estampida de la autodestrucción, afanes del progreso, glorias y miserias que se mezclan entre la vida y la muerte, que se agregan a esta extraña anatomía a estos ojos abiertos y extraviados en el horizonte artificial.
Corazón de cemento, ciudad de apetito violento que te alimentas de sangre y orgasmos vendidos.
Monstruo de mole y humo que engendras criaturas alentadas por el dinero y la carne.
Mascaras digitales con sus pantallas que aíslan, las cadenas televisivas esclavizando las mentes, el verdugo moderno.
Olvido de la magia y los corazones palpitantes, demencia y angustia, se palpa un infierno congelado, se palpa un abismo de fuego, se aviva el instinto el presentimiento de lo que aniquilará el progreso.
Las bocanadas de aire o de fuego permutan la pureza, oxigeno que transmuta volviéndose asfixiante, lava consumiendo el espíritu alegre, sueños que abandonan las almas culposas, las almas esclavas, ¡quiero negarme! ¡Quiero negarme! es el aire viciado de las calles, es el mundo electronico con pantallas reproduciendo estrellas sin cielo, las estrellas sin cielo.
Que alguna mariposa devuelva color a los laberintos y sane la agonía, las montañas son los senos que contienen la vida más pura, el agua...
Aún esperando la justicia natural la iluminación colectiva un canto que resucite la verdadera vida, cuando el progreso muera quiero montañas y Ríos expansivos, los antiguos reinos en nuevos símbolos, quiero libar en profundidades arbóreas, cantar y danzar hasta que nuestros cuerpos sean uno, cuando todas las ceremonias sean una , cuando depuremos la quinta esencia abriremos los ojos y purificaremos al fin nuestro aliento.
La nueva forma
monótono e inconexo; observa este camino abrumador e inquietante siente el espíritu nocturno de intensas llamas, la desnuda y descarnada experiencia horroriza al espíritu.
Oh dolor desastroso en las penumbras de las formas indefinidas, ausencia confusa
entre sueños fatídicos en el alba, me arrastra el tiempo hacia un vacío purpúreo escarlata,
esa grávida figura que renace del estéril desierto quiere devorar mis entrañas,secarme, quiere darme sepultura...
¡Exprésate! Existencia, en tres palabras, confusión y disolución subjetiva.
El resto se debate en el triángulo del amor, la ilusión y la muerte.
Cuando el paisaje es incoherente y hostil revelando el futuro incierto
quisiera acercarme al final a través del sueño con la esperanza de no despertar,
¡ah dolor! ¡ah caravana torpe! Siempre despierto...
¡Levántate! se alza un sol extraño
Es el hogar, refugio, palacio e infierno, pozo donde mueren mis voluntades.
Es el mundo; amante, castigador y mártir cámino donde no cabe mi cordura.
Océanos de vidas y visiones, formas imposibles que se buscan, anhelos enrarecidos
y prematuros que nacen y mueren pronto, es la vida, desfile extravagante,danza salvaje
sueño que arrastra y agota, luz y destino no buscados...
¡estupideces!
solo es la vieja mueca, mascara del delirio,venenos de los tiempos sin Dios,levanto un responso al almizcle del tiempo a la confusión en el devenir, días de locura y olvido,días de nuevos caminos y pasadas nostalgias, letras sin pasado ni futuro, sin presente, lineas mutadas en alquimias indecisas.
Se petrifican los cantos, ríen lágrimas escondidas, danzan ensoñaciones, el aullido súbito opaco las sienes fértiles...
Que traigan una roca plana y extensa carente del aroma antiguo para incrustar mis sufrimientos, para cristalizar la viscosa herida, en el sueño confuso o la agitada pesadilla hilos invisibles tienen el poder de dar vida o muerte, delirio y placer, esta inocencia extraña guarda voluntades negras y caprichosas. Me tomas, me sueltas, me asciendes a la dicha, me escupes al gélido abismo.
Donde se liban los corazones abiertos los cuerpos aún no conquistados, allí me esperas, en las deformidades temporales en las horas del embriagante dolor, alli me esperas, en la sabiduría insencible, en la gran danza salvaje ¡allí! me expías.
Alimenta con fuego el compas, a un canto y a un lamento, con profundidad, rie encuentro, llora abandono, inflama los miles vientos, las miles formas y dejalas perecer en el prolongado sueño.
Aun veo el canto de los días endulzar las praderas, mientras me preparo para cabalgar el azote del trueno, el principio emancilla mundos, el aliento de los ancestros abriga las esperanzas, es tiempo de partir en olvido, la confusión nos ha encontrado.
El sonido vulgar, es la ciudad, son los fantasmas de las calles, las sombras morbosas,modernos palacios, fuentes para vagabundos, nuevos Ríos surcando el metal del valle, intensas siluetas someten especímenes, matan antiguos verbos, por el comercio vagan espectros diluidos en los silencios de entrañas, las monótonas avenidas sepultan nobles sentimientos, aromas blancos.
¡De repente! el control de mi espíritu, voluntad, vuelas sobre las nubes en los cielos, voluptuosidad, yaces en los rojos infiernos, mi sangre ha sido pisoteada en las playas del oro plastico, el amor escapa entre las fuentes silvestres y los enigmas forestales, ¡hay luna! ¡oh sol! Que danzan entrelazados en los divinos eclipses iluminen estos ojos que están firmes en el abismo; la iluminación, la revelación repentina, tengo sed de esa lúz que se abre paso como fuego vital a través de las pupilas oscuras.
Como vuelven las odiosas imágenes a las calles como pálidos fantasmas estremeciendo hora inciertas. En la noche de rostros y colores, vuelven sensaciones, formas conmovidas tras el viaje, al fin me tumbo agotado en el pavimento esperando como una noble bestia tras los callejones y las fuentes.
La hora temida llega, los espirales trémulos, los reyes mágicos, las noches fúnebres.
Canticos de embriaguez, canticos de sabiduría y locura, canticos de soledad, como mueren los cantos tras tus besos, bajo la faz mecanica del progreso bajo estrellas sin cielo entre las multitudes inquietas.
Me tienes mundo, acá me tienes desnudo, traes libaciones lujuriosas, arrastras la musicalidad de cuerpos que se buscan unir, en el ritmo estrepitoso de voces sórdidas y tambores pintorescos me seduces,me observas, me llamas con tu sonrisa mortal.
Los senderos luminosos me expulsan hacia visiones sardonicas, ascienden de la tierra cráneos burlones y esbeltos con sus muecas fosfóricas y tiesas, creo que es la muerte queriendo copular conmigo,igual que siempre ha venido sin ser advertida.
Tiempo atrás hubo un castigo una senda caótica y provocada, hubo una acción lejana,
un rincón desolado y sin rumbo, vestía atavíos pretenciosos y salia a representar papeles en espejos multiformes.
Pero aún no recuerdo esa mirada, los ojos tras los cuales danza el demonio en las pupilas encendidas, esa forma traía símbolos de exceso y virilidad, aun siento esa sed por las formas voluptuosas aun me asalta esa exquisita embriaguez.
Cuanto me arrastre nadando en el barro buscando gemas violáceas y afortunadas, expresando lo que tiene y lo que no tiene nombre,consumiendo las horas con las risas y las iras, y ahora permuto lo andado, permuto y transmuto el presente y el pasado, a lo que le doy y no le doy nombre...
En el regazo claro el placer esconde un alba hipnótica, mis cantos antiguos se pierden y mueren...
Llegan a su encuentro ardides rojizos mezclados con horas azuladas y culposas, el ocaso agotador trae el deseo de un suave cuerpo, oh querida inocencia como atormentas el recuerdo y la melancolía, como lloras entre bosques incendiados, mis cantos antiguos se pierden y mueren.
Y la mirada que aún no recuerdo, los ojos tras los cuales danza el diablo en las pupilas, sobre las pieles encendidas, entre esas acciones perversas y aquellos pensamientos sombríos quisiera aniquilar el mecerse de los monstruos golosos de la ciencia y el hombre, alguna vez el progreso disipó mi vida en la inacción postrera, alguna vez fui un balcón triste.
Delirios, deleites, me derrama la noche en convulsiones esparcidas, espero el alba, el renacer del guerrero, se alza un sol amoroso expandiendo lagos celestes, reflejando ondas intensas en nuestros cabellos, he dejado atrás el sillón anciano, he cambiado mi expresión de agonía hacia la vida.
¡Libertad! Soltura del cuerpo e intensidad para el alma, la fatalidad se proyecta en los caminos desconocidos en las distancias y en las gentes que aun juzgan con sus acciones, los deseos alivian los pozos melancólicos, suaves contornos buscan capturar la eternidad entre redes rojizas, la expansión cobija la antigua tragedia al dios ensombrecido y caído.
Caen Lagrimas del cielo, se estremecen jinetes iluminados, los pueblos elevan sus miradas acuosas buscando el gran sol, así mismo se cruzan montañas de metal y colmenas de concreto mezclando la esperanza y la locura, el paraíso con los valles de Caín.
Luces de neón encienden destellos nocturnos, abrazan testigos atormentados que oyen la estampida de la autodestrucción, afanes del progreso, glorias y miserias que se mezclan entre la vida y la muerte, que se agregan a esta extraña anatomía a estos ojos abiertos y extraviados en el horizonte artificial.
Corazón de cemento, ciudad de apetito violento que te alimentas de sangre y orgasmos vendidos.
Monstruo de mole y humo que engendras criaturas alentadas por el dinero y la carne.
Mascaras digitales con sus pantallas que aíslan, las cadenas televisivas esclavizando las mentes, el verdugo moderno.
Olvido de la magia y los corazones palpitantes, demencia y angustia, se palpa un infierno congelado, se palpa un abismo de fuego, se aviva el instinto el presentimiento de lo que aniquilará el progreso.
Las bocanadas de aire o de fuego permutan la pureza, oxigeno que transmuta volviéndose asfixiante, lava consumiendo el espíritu alegre, sueños que abandonan las almas culposas, las almas esclavas, ¡quiero negarme! ¡Quiero negarme! es el aire viciado de las calles, es el mundo electronico con pantallas reproduciendo estrellas sin cielo, las estrellas sin cielo.
Que alguna mariposa devuelva color a los laberintos y sane la agonía, las montañas son los senos que contienen la vida más pura, el agua...
Aún esperando la justicia natural la iluminación colectiva un canto que resucite la verdadera vida, cuando el progreso muera quiero montañas y Ríos expansivos, los antiguos reinos en nuevos símbolos, quiero libar en profundidades arbóreas, cantar y danzar hasta que nuestros cuerpos sean uno, cuando todas las ceremonias sean una , cuando depuremos la quinta esencia abriremos los ojos y purificaremos al fin nuestro aliento.
La nueva forma
viernes, 13 de mayo de 2011
ASCENSIÓN Y RETORNO
Mi frente se levantó limpiándose entre Ríos de sangre, en las profundidades sonoras del ensueño, clama la voz y el eco, oh Río viejo , poderoso y espeso; ¿hacia dónde llevas aquellos restos de místicos y profetas ?
Ascendí entre las grietas de la tierra he desplegando las alas del ave de presa, sopla el sabio viento, al fin he dejado mis viejas pieles para hallar el contorno dorado de un nuevo oriente.
Se ha desnudado la luna preludio entre sombras, visiones a través del caos, acción palpitante, fuerte y sensible, una vez más ha vuelto el cambio desde el corazón virgen.
Sí, ha llegado la noche y reunió al misterio, al calor del fuego esperamos por los espíritus y los ancestros, ella reunió todas las noches; ellos en algún tiempo hablaron del día que iluminaría los días, cantaban al trueno electrizante contenido en el rocío que fluye del infinito.
¿Escuchan las antiguas voces? tan dulces que han retornado con el susurro de un mensajero solitario; solo ve el enigma de su pasado y el futuro incierto ante su rostro desconocido.
¿Vuelves entre brumas sosegadas? ¿ vienes de los bosques sagrados a otros reinos? Donde se atrapa al tiempo y no existe y los espíritus de hombres sabios y criaturas inciertas residen.
Hoy entre plagas de luz y sombra , hoy me vuelvo a ustedes, ángeles destronados, ciegos de párpados embriagados; al final de cuentas valió la pena, antigua forma, espectro que se levantó ante mis pupilas de la tierra inerte, hoy tu fuego retorna en sombra , en tumba y elogio.
Hoy me vuelvo a ustedes en el día y en la noche en la nueva forma y el mal silencio. Hoy que encuentro lo que cualquiera encuentra, buscando lo que un loco busca, saboreando una vez más el vino que la sangre seca. Me inmolo en el olvido para derramar la vida entre voces dulces y tambores pintorescos y así dar mi sangre al misterio.
¿Acaso tu sangre es un rosal de sacrificio, de vida?
Tú que marchas entre los rostros vagos de esta realidad, entre momentos sagrados y absurdos, tú que marchas incansablemente hacia el sol, hacia tu sol, tú, sombra errante de la luna, de alguna luna escondida que no volverá. Acaso tú, luz cegadora y cambiante, noche de cráneos y danzas, tú que festejas al filo celebrando la vida; tú...
¿seras un huésped digno?
Mieles coloridas que vuelven trémulos los huesos, creo que la hora del retorno se acerca...
Lohengrin
Ascendí entre las grietas de la tierra he desplegando las alas del ave de presa, sopla el sabio viento, al fin he dejado mis viejas pieles para hallar el contorno dorado de un nuevo oriente.
Se ha desnudado la luna preludio entre sombras, visiones a través del caos, acción palpitante, fuerte y sensible, una vez más ha vuelto el cambio desde el corazón virgen.
Sí, ha llegado la noche y reunió al misterio, al calor del fuego esperamos por los espíritus y los ancestros, ella reunió todas las noches; ellos en algún tiempo hablaron del día que iluminaría los días, cantaban al trueno electrizante contenido en el rocío que fluye del infinito.
¿Escuchan las antiguas voces? tan dulces que han retornado con el susurro de un mensajero solitario; solo ve el enigma de su pasado y el futuro incierto ante su rostro desconocido.
¿Vuelves entre brumas sosegadas? ¿ vienes de los bosques sagrados a otros reinos? Donde se atrapa al tiempo y no existe y los espíritus de hombres sabios y criaturas inciertas residen.
Hoy entre plagas de luz y sombra , hoy me vuelvo a ustedes, ángeles destronados, ciegos de párpados embriagados; al final de cuentas valió la pena, antigua forma, espectro que se levantó ante mis pupilas de la tierra inerte, hoy tu fuego retorna en sombra , en tumba y elogio.
Hoy me vuelvo a ustedes en el día y en la noche en la nueva forma y el mal silencio. Hoy que encuentro lo que cualquiera encuentra, buscando lo que un loco busca, saboreando una vez más el vino que la sangre seca. Me inmolo en el olvido para derramar la vida entre voces dulces y tambores pintorescos y así dar mi sangre al misterio.
¿Acaso tu sangre es un rosal de sacrificio, de vida?
Tú que marchas entre los rostros vagos de esta realidad, entre momentos sagrados y absurdos, tú que marchas incansablemente hacia el sol, hacia tu sol, tú, sombra errante de la luna, de alguna luna escondida que no volverá. Acaso tú, luz cegadora y cambiante, noche de cráneos y danzas, tú que festejas al filo celebrando la vida; tú...
¿seras un huésped digno?
Mieles coloridas que vuelven trémulos los huesos, creo que la hora del retorno se acerca...
Lohengrin
CADÁVER DE AMOR
Caen las cortinas del encanto, hoy el amor se muestra ante mi como un cadáver insinerado
humeando palabras de tus olvidos, evocando un mensaje frío de lo que fueron nuestros
cuerpos en combustión ya extintos y diluidos en arenas grises, aparten a este mensajero ávido de las entrañas de mi dolor que hambriento como un cuervo viene a picotear en mi pecho muerto en vida, aparten este cadáver de amor que consume mi alma, ese vampiro solo desea secarme.
Lo irremediable lo que se agita incesante, tú, transformada en un sueño imposible de amor y demencia, tú, susurrándome en las calles de rostros monótonos amándome tras los abandonos infernales y las fantasmagorías iracundas devorando mis suaves sueños fecundos.
Te siento caminar como siempre, tú, cadáver frio y sereno sombra misteriosa, yaces en un tiempo lejano a mi presente; y atormentado he vagado buscándote en esos mundos selváticos de tu gracia errante.
Paralizado como un niño temeroso me he sumergido en tu cráneo igual a ese sueño hermoso que algún dia tuvimos.
El amante, el olvido, los anhelos enegrecidos, deseos desolados por un cuerpo y un fermento intoxicados en el pasado.
¿Y en que me he convertido?
En tu enfermedad de ojos claros que se hunde cada vez más en tus memorias lago amargo de tus ojos negros, inmensos abismos de aguas que me sepultan en soledades, así mi alma rezagada asciende al mar de sentimientos y expansiones para alcanzar ese amor y seguir besándolo en el abandono.
Han mutado las ciudades y sus estaciones, esperanzas y guerras, los ecos de roma aun resuenan en la decadencia extravagante de las calles, la transitoriedad solo deja intactos los cuerpos del amor apilados en la nostalgia y cada vez más profundo y profundo nos pensamos en abstracciones, conceptos y engendros sensibles que separan cada vez más nuestros cuerpos.
En el sueño- la reunión- se avisa un ente condenado que muere y renace como prodigio divino, milagro oscuro de un amor inconcluso que brota de la tierra y sus antiguos diluvios, ascendiendo, expandiéndose para diluirse en los éteres plateados, pero vuelve a caer pesado una y otra vez en la gravitación terrestre, son los contrastes hechos una carne de mujer y hombre amalgamada en la abierta y eterna discordia.
Lohengrin
humeando palabras de tus olvidos, evocando un mensaje frío de lo que fueron nuestros
cuerpos en combustión ya extintos y diluidos en arenas grises, aparten a este mensajero ávido de las entrañas de mi dolor que hambriento como un cuervo viene a picotear en mi pecho muerto en vida, aparten este cadáver de amor que consume mi alma, ese vampiro solo desea secarme.
Lo irremediable lo que se agita incesante, tú, transformada en un sueño imposible de amor y demencia, tú, susurrándome en las calles de rostros monótonos amándome tras los abandonos infernales y las fantasmagorías iracundas devorando mis suaves sueños fecundos.
Te siento caminar como siempre, tú, cadáver frio y sereno sombra misteriosa, yaces en un tiempo lejano a mi presente; y atormentado he vagado buscándote en esos mundos selváticos de tu gracia errante.
Paralizado como un niño temeroso me he sumergido en tu cráneo igual a ese sueño hermoso que algún dia tuvimos.
El amante, el olvido, los anhelos enegrecidos, deseos desolados por un cuerpo y un fermento intoxicados en el pasado.
¿Y en que me he convertido?
En tu enfermedad de ojos claros que se hunde cada vez más en tus memorias lago amargo de tus ojos negros, inmensos abismos de aguas que me sepultan en soledades, así mi alma rezagada asciende al mar de sentimientos y expansiones para alcanzar ese amor y seguir besándolo en el abandono.
Han mutado las ciudades y sus estaciones, esperanzas y guerras, los ecos de roma aun resuenan en la decadencia extravagante de las calles, la transitoriedad solo deja intactos los cuerpos del amor apilados en la nostalgia y cada vez más profundo y profundo nos pensamos en abstracciones, conceptos y engendros sensibles que separan cada vez más nuestros cuerpos.
En el sueño- la reunión- se avisa un ente condenado que muere y renace como prodigio divino, milagro oscuro de un amor inconcluso que brota de la tierra y sus antiguos diluvios, ascendiendo, expandiéndose para diluirse en los éteres plateados, pero vuelve a caer pesado una y otra vez en la gravitación terrestre, son los contrastes hechos una carne de mujer y hombre amalgamada en la abierta y eterna discordia.
Lohengrin
martes, 10 de mayo de 2011
EL LLAMADO
Aun diluido en la corriente incontenible de las vidas que no se distinguen entre sí, esparcido y en constante desbordamiento hacia esta realidad difusa y mezclada tal como la obra del pintor agitado.
Han llegado al caudal desde lejos las sombras sonoras de esta antigua locura que aun descansa en mí pero espera ser despertada por el súbito grito de ese recuerdo que no para de seguirme, por el retorno silencioso a la extrañeza del presente. Regresa vieja amante, mi deuda aún no esta paga, ascenderemos juntos en la marcha violenta de los rojos ocasos que se desangran en los contornos de las montañas.
Dichoso me encontrare al ser vuelto hombre pájaro, al ser más liviano que los vientos y subir en una multitud de aleteos mientras me siguen en desbandada todas las legiones ensombrecidas; que tan solo quede este cuerpo complacido e inerte en los rincones postreros, dirán que nací bajo un mal signo, pero mis ojos reflejaran lo contrario, mi mirada será presa del más dulce de los arrebatos, mi obra será terminada.
Que en mi huida definitiva me sigan en orquesta todos los seres engendrados por el dolor y las criaturas confusas, seremos convertidos finalmente en Ángeles.
¡Despierta vieja locura!
Tráeme la acción impetuosa, el ruido de mis viejos y mis nuevos pasos serán el llamado.
¿Saben que han sido deleite de los dioses?
Alimento de sagradas aves de presa que acechan desde los montes dorados,
Pero también comida para ratas o cualquier otro animal de carroña.
Se encuentran ciegos y desprevenidos abriendo sus entrañas a cualquier predador enmascarado o cualquier psicópata vagabundo.
¿Saben que sus cuencas ensombrecidas siguen el polvo de los desiertos de asfalto y no descansan en su intento por encontrar un oasis en este laberinto grisáceo y monótono?
Sus manos ya no anhelan levantarse a los cielos brillantes, permiten que sus vidas se licúen en la dentición del progreso.
¿Qué tipo de monstruos devoran al mundo bajo las estrellas?
¿A qué nuevo misterio seremos enfrentados?
Pero aquí ¿qué hueco abre los malabares ocres o pasteles, que ojos siguen las caravanas hambrientas que escapan entre burlas de bufones y espejismos?
¿Conocen la aflicción que alcanza y mitiga a los amantes que no se encuentran? Entre la indiferencia de las personas, tal como formas que se pierden en lo oscuro.
¿Conocen el ansia inquieta, la sed que construye ciudades fantasma en los corazones solitarios?
Somos formas espectrales que se cruzan y no se encuentran, islas abandonadas que se hunden en las olas insaciables.
Que sus cuencas encuentren esperanza, que respiren colores electrizantes del otro lado, aquí la criatura del amor que nos saciaba ha sido encarcelada.
¡Reconozcan el verdadero rostro de las cosas, la naturaleza, y el mundo!
Se lanzan a los soplidos siniestros del metal y el concreto con la conciencia muerta y el discernir ciego.
Pero primero deben reconocer el brillo en los ojos de Lo corrupto que solo tiene un rostro y un aroma pero que cubre al mundo de ferias y disfraces encantadores.
¿Qué aún no lo ven?
Son juguetes de poder, banquete de dioses extraños, aprendan y elijan entre ser comida de las águilas o de los reptiles pero no sigan siendo las sobras de las ratas y las hienas.
Sientan como el furor asesino habla en el pánico mudo de los transeúntes mientras los trajes seductores corrompen de lujuria a los cuerpos pueriles e inocentes.
Escuchen los susurros ondulantes que persiguen sus pasos en cada esquina; ¡escuchen! Rompan el sello que cubre sus oídos, es el clamor de una sutil música cantada por los antiguos y los reyes sabios.
El llamado de las eras, no olviden su deuda con la tierra, efímeros, este regazo bondadoso
está cansado de darles vueltas y vueltas por el cosmos mientras agoniza entre el polvo de las estrellas, mientras es carcomido por las criaturas de glotonería material.
¡Acallen su marcha! Autómatas, esclavos, sientan la vibración en sus talones, se agrietaran las sienes de nuestra madre primigenia atiendan el llamado o supliquen por sus vidas.
Inclinen sus cabezas escuchen el nacer vengador desde el núcleo de la tierra se acerca el ídolo escarlata resurgiendo del rojo espesor fluvial incandescente.
¡Uds. Los nuevos monstruos
¡Acompañaran el gemir del viento!
¡Se lanzaran desesperados al palpitar del fuego!
¡Colapsaran sepultados bajo el ollar de las bestias mecánicas!
¡Naufragaran en los mares radioactivos!
¡Morirán sofocados entre los barrancos fríos y sepulcrales!
Uds. Fantasmas de los laberintos siluetas enajenadas en la ceguedad del progreso, efímeros, muñecas vacías, ratas obesas, cerdos capitalistas…
¡Uds.!¡Los nuevos monstruos!
Los alentados por antiguas corrupciones; el conspirador, el codicioso, el demente vanaglorioso, el celoso inquisidor, el que toma el respiro en el dolor ajeno. Los de lágrimas opacas que bracean en los lagos del oro negro, comerciantes de la carne y la verdad, los que funden su dicha en el cadáver de la materia y la anatomía del dinero.
Uds. Los que no atienden el llamado seguirán descendiendo hasta las fauces de las centurias y serán digeridos con verdadera glotonería en el núcleo vengador.
Aunque, ahora cuando los eternos se levanten y se rompa la marca siniestra, llevaremos nuestros pies a los senderos abiertos, con los azorados y los desnutridos de feria.
Cuando de nuevo emerjan a la superficie las fuerzas milenarias con sus extraños hechizos emprenderemos el viaje en ascenso con los vientos pacíficos y la esperanza colmada, seremos como ese sutil aroma que se filtra por la ventana de algún hogar cálido y desconocido, como el eco de una vieja lamentación que por fin descansa.
Cuando atrás queden los tumultuosos desfiles confusos que entregan su naturaleza al devorador de mundos, nosotros, flotantes desde lejos los veremos sobre una tranquila brisa de verano y ellos querrán ascender su locura al sosiego de los elegidos, ellos encontraran vacía la cárcel del amor…
Aun diluido en la corriente incontenible de vidas que no sedistinguen entre sí, camino en el
verano ardiente, alrededor de extrañas esquinas intentando hallar las criaturas libres siguiendo la voz de estos pies que descifran el futuro que atienden al llamado.
Y aquellos que logren poseer las llaves de lo eterno, de eso que acaricia todo y que muestra los trajes de la verdad.
¡OH gran enigma! Eleva el ardor entre el resto de nosotros, los sedientos, los que anhelan ver, en esta danza fantasma, en este canto anhelante.
Y todos los restantes que atienden y se acercan al abrigo de este fuego, les digo, mi invitación es definitiva desechen sus mascaran entren en delirio, verán que no hay tiempo ni limites, conocerán los nombres del verdadero reino, el color oculto, el nuevo brillo el nuevo día que devorara el calendario, la música absoluta, celebraremos aquel festejo que prometimos.
¿Creíste en la forma definitiva, en el mundo y en la ciencia? ¿Creíste poseer algo? Tu ego se abreva en el espejo profano, sigues a la feria agonizante, sigues dando vueltas y vueltas, libérate en la senda del poeta, en el nuevo mito, descubre la deidad tras todos los venenos, ven conmigo al claro del bosque, vuelve al seno de donde venimos, de las riberas, de las montañas, los animales y los desiertos, de la música que traspasa ala esferas, del polvo de las estrellas, ven, a los caminos abiertos…
Lohengrin
Han llegado al caudal desde lejos las sombras sonoras de esta antigua locura que aun descansa en mí pero espera ser despertada por el súbito grito de ese recuerdo que no para de seguirme, por el retorno silencioso a la extrañeza del presente. Regresa vieja amante, mi deuda aún no esta paga, ascenderemos juntos en la marcha violenta de los rojos ocasos que se desangran en los contornos de las montañas.
Dichoso me encontrare al ser vuelto hombre pájaro, al ser más liviano que los vientos y subir en una multitud de aleteos mientras me siguen en desbandada todas las legiones ensombrecidas; que tan solo quede este cuerpo complacido e inerte en los rincones postreros, dirán que nací bajo un mal signo, pero mis ojos reflejaran lo contrario, mi mirada será presa del más dulce de los arrebatos, mi obra será terminada.
Que en mi huida definitiva me sigan en orquesta todos los seres engendrados por el dolor y las criaturas confusas, seremos convertidos finalmente en Ángeles.
¡Despierta vieja locura!
Tráeme la acción impetuosa, el ruido de mis viejos y mis nuevos pasos serán el llamado.
¿Saben que han sido deleite de los dioses?
Alimento de sagradas aves de presa que acechan desde los montes dorados,
Pero también comida para ratas o cualquier otro animal de carroña.
Se encuentran ciegos y desprevenidos abriendo sus entrañas a cualquier predador enmascarado o cualquier psicópata vagabundo.
¿Saben que sus cuencas ensombrecidas siguen el polvo de los desiertos de asfalto y no descansan en su intento por encontrar un oasis en este laberinto grisáceo y monótono?
Sus manos ya no anhelan levantarse a los cielos brillantes, permiten que sus vidas se licúen en la dentición del progreso.
¿Qué tipo de monstruos devoran al mundo bajo las estrellas?
¿A qué nuevo misterio seremos enfrentados?
Pero aquí ¿qué hueco abre los malabares ocres o pasteles, que ojos siguen las caravanas hambrientas que escapan entre burlas de bufones y espejismos?
¿Conocen la aflicción que alcanza y mitiga a los amantes que no se encuentran? Entre la indiferencia de las personas, tal como formas que se pierden en lo oscuro.
¿Conocen el ansia inquieta, la sed que construye ciudades fantasma en los corazones solitarios?
Somos formas espectrales que se cruzan y no se encuentran, islas abandonadas que se hunden en las olas insaciables.
Que sus cuencas encuentren esperanza, que respiren colores electrizantes del otro lado, aquí la criatura del amor que nos saciaba ha sido encarcelada.
¡Reconozcan el verdadero rostro de las cosas, la naturaleza, y el mundo!
Se lanzan a los soplidos siniestros del metal y el concreto con la conciencia muerta y el discernir ciego.
Pero primero deben reconocer el brillo en los ojos de Lo corrupto que solo tiene un rostro y un aroma pero que cubre al mundo de ferias y disfraces encantadores.
¿Qué aún no lo ven?
Son juguetes de poder, banquete de dioses extraños, aprendan y elijan entre ser comida de las águilas o de los reptiles pero no sigan siendo las sobras de las ratas y las hienas.
Sientan como el furor asesino habla en el pánico mudo de los transeúntes mientras los trajes seductores corrompen de lujuria a los cuerpos pueriles e inocentes.
Escuchen los susurros ondulantes que persiguen sus pasos en cada esquina; ¡escuchen! Rompan el sello que cubre sus oídos, es el clamor de una sutil música cantada por los antiguos y los reyes sabios.
El llamado de las eras, no olviden su deuda con la tierra, efímeros, este regazo bondadoso
está cansado de darles vueltas y vueltas por el cosmos mientras agoniza entre el polvo de las estrellas, mientras es carcomido por las criaturas de glotonería material.
¡Acallen su marcha! Autómatas, esclavos, sientan la vibración en sus talones, se agrietaran las sienes de nuestra madre primigenia atiendan el llamado o supliquen por sus vidas.
Inclinen sus cabezas escuchen el nacer vengador desde el núcleo de la tierra se acerca el ídolo escarlata resurgiendo del rojo espesor fluvial incandescente.
¡Uds. Los nuevos monstruos
¡Acompañaran el gemir del viento!
¡Se lanzaran desesperados al palpitar del fuego!
¡Colapsaran sepultados bajo el ollar de las bestias mecánicas!
¡Naufragaran en los mares radioactivos!
¡Morirán sofocados entre los barrancos fríos y sepulcrales!
Uds. Fantasmas de los laberintos siluetas enajenadas en la ceguedad del progreso, efímeros, muñecas vacías, ratas obesas, cerdos capitalistas…
¡Uds.!¡Los nuevos monstruos!
Los alentados por antiguas corrupciones; el conspirador, el codicioso, el demente vanaglorioso, el celoso inquisidor, el que toma el respiro en el dolor ajeno. Los de lágrimas opacas que bracean en los lagos del oro negro, comerciantes de la carne y la verdad, los que funden su dicha en el cadáver de la materia y la anatomía del dinero.
Uds. Los que no atienden el llamado seguirán descendiendo hasta las fauces de las centurias y serán digeridos con verdadera glotonería en el núcleo vengador.
Aunque, ahora cuando los eternos se levanten y se rompa la marca siniestra, llevaremos nuestros pies a los senderos abiertos, con los azorados y los desnutridos de feria.
Cuando de nuevo emerjan a la superficie las fuerzas milenarias con sus extraños hechizos emprenderemos el viaje en ascenso con los vientos pacíficos y la esperanza colmada, seremos como ese sutil aroma que se filtra por la ventana de algún hogar cálido y desconocido, como el eco de una vieja lamentación que por fin descansa.
Cuando atrás queden los tumultuosos desfiles confusos que entregan su naturaleza al devorador de mundos, nosotros, flotantes desde lejos los veremos sobre una tranquila brisa de verano y ellos querrán ascender su locura al sosiego de los elegidos, ellos encontraran vacía la cárcel del amor…
Aun diluido en la corriente incontenible de vidas que no sedistinguen entre sí, camino en el
verano ardiente, alrededor de extrañas esquinas intentando hallar las criaturas libres siguiendo la voz de estos pies que descifran el futuro que atienden al llamado.
Y aquellos que logren poseer las llaves de lo eterno, de eso que acaricia todo y que muestra los trajes de la verdad.
¡OH gran enigma! Eleva el ardor entre el resto de nosotros, los sedientos, los que anhelan ver, en esta danza fantasma, en este canto anhelante.
Y todos los restantes que atienden y se acercan al abrigo de este fuego, les digo, mi invitación es definitiva desechen sus mascaran entren en delirio, verán que no hay tiempo ni limites, conocerán los nombres del verdadero reino, el color oculto, el nuevo brillo el nuevo día que devorara el calendario, la música absoluta, celebraremos aquel festejo que prometimos.
¿Creíste en la forma definitiva, en el mundo y en la ciencia? ¿Creíste poseer algo? Tu ego se abreva en el espejo profano, sigues a la feria agonizante, sigues dando vueltas y vueltas, libérate en la senda del poeta, en el nuevo mito, descubre la deidad tras todos los venenos, ven conmigo al claro del bosque, vuelve al seno de donde venimos, de las riberas, de las montañas, los animales y los desiertos, de la música que traspasa ala esferas, del polvo de las estrellas, ven, a los caminos abiertos…
Lohengrin
EL REINO INVERSO
I
Son las primeras horas malgastadas en el dulce recuerdo, iluminaciones se proyectan como esquivas chispas en mi frente sombría y disipada, e subido las cumbres medrentosas de las pasiones humanas para al fin remontar vuelo hacia un nuevo reino...
En el día fúnebre deposité los ojos de la envidia, la mascara de la lujuria, el estómago de la gula, el oro de la avaricia, el aguijón de la ira, las plumas de la vanidad y las pieles de la pereza en el cofre alquímico para confiarlo al anciano tiempo con la esperanza de que lo devore en su temible marcha.
II
En la calurosa noche, sigo el camino, se abren las horas mágicas, ángeles coloridos y extraños derraman lágrimas blancas sobre las llanuras nocturnas, las bellas caricias se amansan bajo la fría luna, en los profundos bosques las sombras cobran vida tiñendo de rojo las sendas plateadas, seduciendo los arboles nocturnos, celebrando arcanas orgías.
III
En el corazón melancólico y el alba rojiza, desafío la perfección, la simetría de lo absoluto, vislumbro el reino rebelde de las virtudes inversas, predico la paradoja y la nada, el desarreglo caótico, veo la belleza en lo obtuso e inocuo, entono palabras sin sentido, cobro vida de entre las brumas de la nostalgia, riño con la forma y muto la belleza.
IV
Durante la incierta mañana, camino tentando fantasmas etéreos, intentando danzar sobre el mundo actual, tropiezo con los ciegos y los tontos, busco en la penumbra diurna al enemigo oculto que siempre observa, busco el reino inverso de las gracias sobrehumanas, vacilante y hastiado me agito impetuoso intentando olvidar los amores monstruosos y la palabra engañosa.
V
En el mediodía incendiario percibo el aroma antiguo del rey asesino, mis venas hierven de furor y lanzo dardos de fuego a la gigante y sofisticada criatura modernidad, aclamo con fervor, como un Ángel iracundo, la aniquilación del “progreso y la ciencia” , ¡que mediodía de siglos y visiones!
¡qué sórdida espera! Prefiero ir a dormir el sueño de la bestia.
VI
En el ocaso voluptuoso, dejo mi carne flotar en un mar sensual de besos, orgasmos y delirios, y los poseo en un solo cuerpo, me consuelo en la figura alterna y lejana de mi amada y me abrigo en la claridad de sus ojos, flotando dichoso en su dulce esfera encuentro la clave, la respuesta al misterio de mis noches,el camino al nuevo mito, mis tierras, el reino inverso.
Son las primeras horas malgastadas en el dulce recuerdo, iluminaciones se proyectan como esquivas chispas en mi frente sombría y disipada, e subido las cumbres medrentosas de las pasiones humanas para al fin remontar vuelo hacia un nuevo reino...
En el día fúnebre deposité los ojos de la envidia, la mascara de la lujuria, el estómago de la gula, el oro de la avaricia, el aguijón de la ira, las plumas de la vanidad y las pieles de la pereza en el cofre alquímico para confiarlo al anciano tiempo con la esperanza de que lo devore en su temible marcha.
II
En la calurosa noche, sigo el camino, se abren las horas mágicas, ángeles coloridos y extraños derraman lágrimas blancas sobre las llanuras nocturnas, las bellas caricias se amansan bajo la fría luna, en los profundos bosques las sombras cobran vida tiñendo de rojo las sendas plateadas, seduciendo los arboles nocturnos, celebrando arcanas orgías.
III
En el corazón melancólico y el alba rojiza, desafío la perfección, la simetría de lo absoluto, vislumbro el reino rebelde de las virtudes inversas, predico la paradoja y la nada, el desarreglo caótico, veo la belleza en lo obtuso e inocuo, entono palabras sin sentido, cobro vida de entre las brumas de la nostalgia, riño con la forma y muto la belleza.
IV
Durante la incierta mañana, camino tentando fantasmas etéreos, intentando danzar sobre el mundo actual, tropiezo con los ciegos y los tontos, busco en la penumbra diurna al enemigo oculto que siempre observa, busco el reino inverso de las gracias sobrehumanas, vacilante y hastiado me agito impetuoso intentando olvidar los amores monstruosos y la palabra engañosa.
V
En el mediodía incendiario percibo el aroma antiguo del rey asesino, mis venas hierven de furor y lanzo dardos de fuego a la gigante y sofisticada criatura modernidad, aclamo con fervor, como un Ángel iracundo, la aniquilación del “progreso y la ciencia” , ¡que mediodía de siglos y visiones!
¡qué sórdida espera! Prefiero ir a dormir el sueño de la bestia.
VI
En el ocaso voluptuoso, dejo mi carne flotar en un mar sensual de besos, orgasmos y delirios, y los poseo en un solo cuerpo, me consuelo en la figura alterna y lejana de mi amada y me abrigo en la claridad de sus ojos, flotando dichoso en su dulce esfera encuentro la clave, la respuesta al misterio de mis noches,el camino al nuevo mito, mis tierras, el reino inverso.
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